Ovejas Sucre te espera con los brazos abiertos para que disfrute este año en el mes de octubre lo mejor de nuestro folclor
SAN FRANCISCO DE OVEJAS, UNA TRADICIÓN DE MAS DE DOS SIGLOS
En homenaje a Alejandro De la Rosa Manjarrez.
Compilación: Armando Rivero Manjarrez.
Todos los años para los primeros días de octubre, los ovejeros cumplen con ese sagrado rito de veneración de la figura de uno de los personajes que ha sido pilar de la Iglesia Católica Universal. Esta devoción surge desde el momento aquel, en que el colonizador ANTONIO DE LA TORRE, dejara un verdadero santoral en la mayoría de los cuarenta y tantos pueblos, por los organizados. Esa simbiosis de rezos y jolgorios, de parranda y oración manifestada en esos días, es una costumbre que nació a finales del siglo XVII y que se mantuvo durante del siglo XIX, cuando los campesinos al sonido unisonó de las flautas acompañaban con cantos sus rogativas a San Pacho.
Esa especie de sincretismo que viven muchos pueblos de la Región Caribe y las Antillas, mezcla lo pagano y religioso; no es ajeno al sentir del ovejero.
Para propios y extraños la devoción a San Francisco, es inmensamente grande, sobre todo para los campesinos, esos humildes hombres que cada día luchan contra la madre naturaleza, para arrebatarle de su seno un pedazo de pan, y así lograr el sustento diario de sus familias.
Muchas veces la naturaleza coquetea esquiva, y es en esos meses de Julio y Agosto que aparece el frente de veranillo de San Juan, es en esos momentos de desespero que el fervor y la devoción a “San Pachito” Empieza a tener su razón de ser los labriegos piden prestado a la parroquia el santo, para pasearlo y hacerle una oración para canículas aborten, venga la lluvia y así asegurar las cosechas
Los procuradores eran las personas encargadas por el sacerdote de turno para organizar las fiestas. En 1945 ellos instalaron en el altar mayor un vitral en colores con la imagen de Francisco contemplado a Cristo en forma de serafín crucificado que le imprime en el cuerpo las llagas sangrientas. Este arte religioso como otros ha desaparecido con el tiempo.
Las festividades patronales de San Francisco de Asís se celebran de antaño con todas las de la ley. Desde la misa solemne de las festividades de la Virgen del Carmen, el sacerdote celebrante nombrada de viva voz a los llamados entonces procuradores. A raíz de un homicidio en plena fiesta de corralejas, a finales de la década de los 30 estas dejaron de celebrarse en la plaza principal, como parte de las fiestas patronales por más de 10 años.
Transcurría la década de los 40, y un grupo de Ovejeros queriendo rescatar una tradición centenaria del pueblo, de sus fiestas en corralejas se les ocurrió en su escrito invocar los sentimientos tradicionalistas de sus coterráneos para rescatar una perdida costumbre ancestral y fue así como despertaron en señores de mayor edad y jóvenes contemporáneos el mismo deseo que los animaba. Entre ellos estaban Aníbal Tinoco, Julio González (el padre de pica pica), Fernando García, Carmelo Taboada, Leopoldo García badel y Alejandro De la Rosa Manjarrez.
En menos de 15 días hicieron un fiestón religioso y profano que se prolongo por días, con éxito rotundo. Fue ese año que ocurrió la prohibición eclesiástica de separar ambas por un lapso de 8 días, siendo párroco el entonces padre Vicente H. Caviedes. De lo profano en 1946 las fiestas en corralejas, desaparecieron en Ovejas, pero aun se sigue con la tradición de algunas practicas de toda clase de deportes, dentro del recuerdo están: carreras de bicicletas, boxeo, el gallo enterrado, el puerco pelao, varas de premios, darle de comer al ciego, muchas piñatas y la ultima de ellas llenas de sapos juegos pirotécnicos y la quema de la vaca artificial.
Las Festividades patronales en honor a San Francisco de Asís, se han constituido en una verdadera romería para la comunidad católica del municipio, que generación tras generación, han mantenido viva la llama de la tradición por mas de dos siglos. Los 4 de octubre en Ovejas, no pueden faltar los vendedores ambulantes, el estrene de la muda de ropa la paga de una manda en la procesión, que como en todas conserva la tradición cultural de hombres a la izquierda y mujeres a la derecha.
Para cargar al santo no falta quien lo haga y para bailar el fandango no hay quien este sentado. Así es en Ovejas, donde el tiempo parece que se detuvo, aunque los rostros no son los mismos, aún perviven los ritos milenarios.
Bibliografía:
Revistas Fiestas patronales Revista Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”