martes, 30 de mayo de 2017

¡A DIOS CHANGO!

En 1989 en vilut, cerro de almagra se encontró la prueba más fehaciente de nuestra historia antropológica y musical, la mohán, figura indígena en oro tumbaga que representa a una gaitera o sacerdotisa de la tribu. Pero mucho más atrás del hallazgo otra prueba viviente nos reflejaban el legado histórico de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que sabemos, de los que escuchamos, sin duda alguna los hermanos Mendoza: Sebastián, José y Alejandro Mendoza.
En sus rostros, inolvidables para nuestra historia, claramente se reflejan el ancestro indígena que afloraba mucho más con su marcada notas de gaitas tristes, gaitas melancólicas, gaitas que lloraron la partida de Sebastián y hoy lloran la partida de José “Chango”, uno de los primeros en introducir la gaita corta en la región y una figura perpetua de la memoria de un pueblo que vive alegre.
La humildad y la sencillez de estos hombres son el reflejo y la esencia del hombre campesino, hombre que trabaja la tierra sin esperar nada a cambio, como aquellos instantes en que sus gaitas sonaban simplemente para dar alegría y recibir simplemente el éxtasis del movimiento de los cuerpos, la euforia de los rostros y el grito de un uepaje.

Que suenen las gaitas, que se escuchen tristes, que nos arruguen el alma…a dios o hasta luego José, hasta siempre chango porque en las esquinas del pueblo seguirán sonando las panteras malignas, los ratones que se le ruyen las abarcas y el cinturón al abuelo;  porque las nuevas generaciones le seguirán sonando las gaitas al niño dios de bombacho para que no desaparezca y reaparezca bajo los nidos de gallina, porque las gaitas seguirán sonando en agradecimiento a San Francisco de Asís para que la tierra sea fructífera. Para que la historia que ustedes marcaron no sea un punto final, sino simplemente unos puntos seguidos en un pueblo que vive intensamente sus tradiciones.   
Que Dios te bendiga y bendiga a nuestro pueblo.

 Festival nacional de gaitas “Francisco llirene”


12 de Julio de 2014

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